Tiburhombre: el mar contraataca Parte I

in #spanish7 years ago

Este es un cuento relacionado con un personaje mitad hombre, mitad pez de la especie (Tiburón).
El caso empieza en un moderno Acuario de la ciudad de California. U.S.A.


Fuente
Todo comienza, cuando Lucy, La encargada del mantenimiento y cuidado de los tiburones, luego de pasar los peces al estanque contiguo se introduce en el agua para realizar sus labores de limpieza, justo en ese momento, una pareja de tiburones acaba de copular y es el momento en un intruso gen de Tiburón invade su vagina, se junta con el gen humano de Richard su novio, que solo media hora antes habían tenido relaciones sexuales. Es el momento en que la naturaleza ordena la gestación mitad hombre mitad pez.
Nueve meses luego, el resultado es un espécimen anfibio.
Pero comencemos por el principio.

Richard y Lucy: ocupaban y conducían su Toyota Corola, respetando la velocidad permitida de cincuenta millas por hora, sobre la moderna y recién inaugurada autopista, en dirección a un lugar en las inmediaciones de California. Entre tanto, la pareja de enamorados, amenamente platicaban, sobre los agradables momentos que vivieron la noche anterior.
Nunca olvidaré, lo feliz que me hiciste anoche ─le platica casi al oído la feliz mujer, que mientras su pareja guiaba el vehículo, ella le abrazaba y besaba, como premio por lo que para ella fue una de las más felices noches de su vida─ contigo me siento realizada como mujer, en todas mis facetas, eres lo máximo, estoy muy contenta y te culpo de mi alegría, le confiesa Lucy a su querido acompañante. Mientras recordaba la entrega total a que se sometieron, donde hubo sexo: sin prejuicios, sin límites y sin preocupaciones. Lucy no podía alejar de su mente el disfrute de los agresivos y prolongados movimientos eróticos de Richard.
A lo que Richard le responde así: Soy el resultado de una mujer a quien quiero y deseo. Tú eres mi inspiración. ─le contesta Richard, su novio─ y si en algún momento logro abrigar, tus pasiones de mujer, es porque tu me transmites lo que necesito para convertirme en el hombre que tu esperas, un hombre que te ama en lo espiritual, y te desea en lo pasional con todo el deseo de mi mente y mi cuerpo, y eso crea una hermosa armonía sentimental entre nosotros… Te quiero con todas las fuerzas de mi corazón.
El porque de la alegría de Lucy lo originaba las relaciones sexuales que disfrutaron en las primeras horas de la mañana, en las que no hubo protección al embarazo, lo que dejaba entrever que posiblemente y con un poco de suerte, para ese momento Lucy estaría embarazada. Justo lo que más quería. Lo deseaba tanto que no aplicó lavado vaginal, por temor a una posible extracción del milagroso semen.
¡Richard! ─le dice la chica, en voz tímida y dudosa, pues no sabía como su novio podría tomar lo que ella quería confesarle.
¡Si!... Dime…Te escucho. ─le responde Richard pausada y amorosamente. Pues tenía por costumbre prestar atención a todas las pláticas de Lucy, por muy triviales que estas fueran.
Quiero decirte, que no me estoy cuidando, ante un posible embrazo, no te molesta… ¿Verdad? ─aclaró Lucy en un tono de voz casi inaudible.
En respuesta a lo que acaba de oír. Richard detiene el coche en la zona de parada de la autopista. La toma en sus brazos y la besa en señal de aprobación.
Entonces ambos estaban de acuerdo. Los resultados dependían de la Divina Providencia, de la sabia naturaleza y una buena conducta por parte de ellos.
Aquella conversación que se oía casi cursi. Estaba impregnada de gran sinceridad, pues en realidad se amaban y todo lo bueno que pudiera suceder entre ellos, sería bienvenido, válido y Dios lo aprobaría.
Lucy se sintió invadida por una intensa emoción. Dio gracias al “Señor” por tan hermosa oportunidad y prometiéndole a Dios: oraciones de noble agradecimiento. Permaneció en silencio por espacio de un breve tiempo.
Richard, en una demostración de respeto al sagrado y silencioso momento de meditación de Lucy, le acompañó con un acto de sumisión ante las religiosas creencias de Lucy.
Luego de un recorrido de varios kilómetros y media hora más tarde, un letrero de grandes dimensiones y colocado a un lado de la autopista les anunciaba que Lucy había llegado a su destino. “Californian Aquarium” rezaba el aviso pintado artísticamente sobre un fondo marino. Dentro del cual, varias especies de peces completaban la obra que la convertían en el orgullo de la municipalidad. Siendo esta visitada por centenares de turistas locales y foráneos.
En el momento de decirse hasta luego: un abrazo un beso y una franca sonrisa sirvieron de despedida.
Richard continuó su camino rumbo a la ciudad donde trabajaba como administrador de una empresa manufacturera.
L a noticia de ser un futuro padre le llenó de un delicioso regocijo, mientras silbaba y tarareaba una canción que su padre le cantaba en su niñez. Se imaginó como serían los próximos años en compañía de su hijo. Estaré cerca de el todo el tiempo que sea necesario; Lucy no tendrá quejas de mí conducta como esposo y como padre, lo llevaré a los campos deportivos y le enseñaré Football, baseball, y hasta boxeo. También le ayudaré en las tareas escolares para que sea el orgullo del colegio por sus buenas notas. Aunque estoy consciente que lo más importante es el ejemplo que Lucy y yo le podamos dar. En nosotros nunca verá consumo de drogas de licor ni malas palabras en insultos o agresiones físicas de parejas.
Mientras tanto Lucy se dirigió a la puerta de entrada del acuarium donde trabajaba. El vigilante le recibe cortésmente y le invita a pasar.
Se ve usted muy contenta ─le dice el guardia, pecando de curioso─ ¿alguna buena noticia?
Lucy sin poderlo evitar sintió como su rostro se enrojecía pues no podía compartir ni explicar el porque ese día era para ella… Tan especial.
Es un hermoso día ¿no le parece? ─fue todo lo que acertó a decir. Y continuó casi aprisa, pues no quería perder el tiempo en conversaciones ligeras que le sacaran de sus internos y dichosos pensamientos. Si a los suyos sumara los de Richard, Lucy, sería la mujer más feliz del mundo.
FIN DE LA PARTE I.
LA PARTE II DE ESTE ARTICULO CONTINUARÁ EN UN PRÓXIMO POST
Tomás A Flores