LAS LOCURAS DE EL LIBERTADOR

in #spanish7 years ago

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Era el año 1817, allá en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, estaba El Libertador a orillas del río Orinoco junto a un grupo de generales de su Estado Mayor y algunos oficiales de su ejército, de pronto escuchó una conversación donde un Oficial presumía de su habilidad como nadador y de la facilidad como alcanzaría a dos embarcaciones fondeadas a 150 metros de distancia; este Oficial era el Coronel Martell. Bolívar se acerca y comenta: “Yo atado de manos llegaría primero que Martell”. Inmediatamente ordena que con sus tirantes se aten sus manos y sea lanzado al agua, el pánico se apodera de los oficiales quienes de inmediato lanzan varios nadadores en resguardo del Libertador. Ambos logran el objetivo pero el Libertador llegó mucho después que Martell después de mucha dificultad.

Más adelante explicaría cual fue su intención, se justifica en la defensa motivacional de su tesis: Siempre adelante, nunca atrás.

  1. en plena campaña de Angostura, Bolívar ordena a su edecán Diego Ibarra, que ensillara su caballo y montara a dar unas órdenes al personal de guardia.
    Ibarra conocía bien al caballo de Bolívar y antes de ensillarlo quiso presumir ante los oficiales presentes sobre su habilidad como jinete, se jactaba de saltar sobre el animal desde la cola, pasar sobre su cabeza y caer de pie, por supuesto que lo hizo, solo que en ese momento llegó El Libertador quien dijo que eso no tenía nada de excepcional y que él podía hacerlo igual o mejor que Ibarra; procedió y en el primer salto cayó sobre el cuello del animal recibiendo además un fuerte golpe que silenciosamente soportó, en el segundo intento cayó sobre las orejas recibiendo un golpe mayor que el primero, finalmente, en el tercer intento logró su objetivo.

La razón: “siempre un líder debe demostrar voluntad y tenacidad ante sus subalternos”.

  1. era el 4 de junio y Bolívar junto a los generales Francisco de Paula Santander, Carlos Soublette y José Antonio Anzoátegui planificaban los detalles del paso a través de la Cordillera de los Andes, una empresa impensable concebida para al amparo de la sorpresa atacar, reducir y dominar a las tropas del Comandante Barreiro al pie de la montaña andina.
    Este tipo de acciones solo realizadas por figuras como Aníbal, César y Alejandro Magno exigía además de logística, una inusual fuerza de voluntad, propia de líderes destinados a la inmortalidad; este paso sobre Los Andes bajo un frío inclemente, tomando muchas veces agua del hielo derretido causante de daños estomacales en los soldados de su ejército, soldados sin uniforme, sin zapatos y sin alimentos pero con el aliento y el ejemplo de un gran líder lograron después de 15 días de penurias, lograr su sorpresivo objetivo y derrotar definitivamente al ejército español en la Batalla de Boyacá.

Esta idea, propia de un cerebro exaltado significó el triunfo que garantizo la independencia de la región del sur, es decir: El Actual Perú, Ecuador y Bolivia.

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  1. 28 de Octubre, día de San Simón, Bolívar está en Potosí, Bolivia, ofreciendo las banderas de la libertad al pueblo suramericano, la llama amorosa está encendida y alentada por la hermosura de la bella María Joaquina Costas, otra de sus locuras, esta dama era esposa del general argentino Hilarión de la Quintana y dio a luz un niño bautizado con el nombre de Simón José de la Trinidad Costas.
    Esa noche se ofrece un baile en honor al Libertador, la velada es en la Casa de la Moneda donde la banda de Húsares de Colombia ameniza tan selecta invitación, toda la aristocracia peruana está presente y en medio de la fiesta El Libertador observa como uno de sus oficiales, el General José Laurencio Silva, es rechazado por algunas damas presentes que no aceptan bailar con el moreno Oficial venezolano.
    Sin alardes ni estridencias El Libertador, vestido en traje de fiesta y luciendo en su pecho la medalla de Washington que tanto apreciaba, ordena detener la música y desde el centro del salón expresa en alta voz: “ General José Laurencio Silva, héroe de mil batallas y salvador de la Patria, me concedería el altísimo honor de bailar con usted? los aplausos superaron a la música y a partir de ese momento el General Silva y todos los presentes bailaron toda la noche.
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Estas anécdotas son parte de algunas locuras personales del Libertador Simón Bolívar que me complace compartir con ustedes.