La fórmula del cine paranormal (Parte 4): ¿Fe o locura?

in #spanish6 years ago (edited)

Preámbulo

Tras haber estudiado los elementos de la fórmula del cine paranormal que son la normalidad y lo ambiguo, hoy nos vamos a enfocar una de las implicaciones más importantes que tiene en la narrativa: Lo paranormal y la locura, o mejor dicho, la fe y la locura.

PARTE 1: https://steemit.com/spanish/@alangon/la-formula-del-cine-paranormal-parte-1-la-base.
PARTE 2: https://steemit.com/spanish/@alangon/la-formula-del-cine-paranormal-parte-2-la-normalidad
PARTE 3: https://steemit.com/spanish/@alangon/la-formula-del-cine-paranormal-parte-3-lo-ambiguo.

¿Fe o locura?

Dibujo paranormal y locura que va.jpg

Dependiendo del narrador la locura puede ser un factor dominante en estos films. Por lo increíble de los acontecimientos, la cordura se pone en duda. Cuando los límites de la realidad se diluyen, se hace difícil discernir si se trata de algo externo o más bien interno. Dicho de otro modo, si los eventos de verdad ocurren o son alucinaciones. El autor puede hacer énfasis en la veracidad de los hechos y dar a entender que los sucesos demoniacos/fantasmagóricos son veraces, como en The Changeling (1980) o Poltergeist (1982). O al contrario, sembrar la duda y hacer énfasis en el desgaste mental de los personajes para que ellos y el público se cuestionen lo que ven. El mayor ejemplo lo encontramos en The Shinning (1980) de Stanley Kubrick, o en The Exorcist de William Friedkin, y otros más recientes como The Babadook (2014) de Jennifer Kent y The Witch (2015) de Robert Edggers.


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Estas escenas provienen de Evil Dead II (1987) dirigida por Sam Raimi y protagonizada por Bruce Campbell. Para darles un tono cómico, el autor coloca a Ash (Campbell) en la posición de cuestionar su sanidad mental por las bromas que le juegan los demonios para torturarlo. Con un uso magistral del slapstick y el terror, Raimi pone en evidencia el conflicto subyacente del cine paranormal: locura o fe.

Cuando lo que vemos es inexplicable ¿debemos dudar de nuestros sentidos o expandir nuestra escala de creencias? Esa es una de las implicaciones más interesantes del subgénero. Si el espectador teme es porque cree, aun en el sentido más simple, y si cree, ha de plantearse en algún momento ¿esto es verdad o es mentira? Dependiendo del grado de verosimilitud con se cuenten los hechos, la audiencia deberá hacerse las mismas preguntas que los personajes. Y a pesar que solo creamos cuando lo vemos en pantalla, mas no lo traslademos a la vida real, el subgénero mismo pone a prueba nuestra percepción para cuestionarnos cuales son los límites de la realidad, ya sea empírica o percibida.

Tras plantearnos los límites de la cordura, nuestro próximo (y penúltimo) enfoque, va a ser en una modalidad que se llama found footage o material encontrado, cuyo encanto reside en que, en teoría, es una prueba física de la existencia de lo paranormal.