Vamos

in #espanol6 years ago (edited)

Caben cuentas en el sitio de mi hallazgo, pero me siento suficientemente frustrado como para no desenfundar mis matemáticas el día de hoy. Soy, pues, un actor mal pagado, con los dos mil diecinueve años del curso inverosímil de la historia después del mito; sobándome la espalda con condescencia. Extraño esa cosa sucia a la que llaman sentirse bien, y que me sientan bien. Aunque bien soy tan honesto como me es posible, lo que si no se me da versátilmente por el momento es compartirme, al menos así. Al desnudo. Tácito. Léeme bien.

La melancolía se volvió un océano del sur, he aprovechado las horas de estos días para sumergirme en ella. Se siente fría, y yo libre de ser miserable entre sus olas. Hablaba de honestidad, pero he sido honesto con todos excepto conmigo mismo. Estoy solo. Estoy. Sólo estoy. Y lo detesto. Detesto sólo estar, porque durante mi vida son pocas las veces en las que he saltado la cerca para romperme una pierna, y me jacto de hacerlo a voluntad.

Solía verme en escenarios, me reflejaba en las ventanas de mis autobuses, en las tardes entre montañas, entre aquellas calles nocturnas de luces artificiales. Sin batería. Sin audífonos. Cuando estos últimos eran un lujo y cuando mi música hacía lo que quería con mi ritmo cardiaco. Cuando la vida se vuelve fácil se te olvida que sigue siendo difícil, y que los hechos están afuera, esperando a ser superados. Lo peor es que no se me ha olvidado. Sólo lo he procrastinado todo. Y por supuesto, me perdí.

Ahora bien, con esta introducción no quiero asustarles: No soy un desordenado. Retomar el rumbo está en mis manos, y puedo conducir, sólo me falta aprender a estacionar. Espero expresar, entonces, historias que me relaten y que incluso nos relaten. A ti, a mí, a nosotros. Pienso volver de este el espacio para recitar sentimientos. Al menos aquí, al menos así. Vamos.

Sort:  

¿Cómo te atreves a subir esto sin decirme nada?